Graphene Flagship, la mayor iniciativa de investigación de la UE, busca trasladar el grafeno del laboratorio a la sociedad. Una importante iniciativa financiada con fondos europeos ha desarrollado el material y su aplicación en un sinfín de nuevas tecnologías.
Una información publicada por CORDIS, el Servicio de Información Comunitario sobre Investigación y Desarrollo, recuerda la importancia del descubrimiento científico de las capas individuales del grafeno por sus excepcionales propiedades. Estas cualidades incluyen la mayor conductividad térmica de todos los materiales conocidos, así como una resistencia y conductividad eléctrica muy elevadas. Además, el grafeno es hidrófobo, transparente y flexible, y las combinaciones de estas propiedades son aplicables a muchas áreas.
En este contexto, el objetivo de la iniciativa financiada con fondos europeos Graphene Flagship es trasladar el grafeno y los materiales relacionados con el grafeno (GRM, por sus siglas en inglés) del laboratorio a la sociedad mediante el desarrollo de nuevos productos. La meta final es contribuir al crecimiento económico de Europa gracias a la creación de nuevas oportunidades de empleo.
Una investigación sin precedentes en la UE
Esta iniciativa, la mayor en investigación de la Unión Europea y con una duración de diez años y un presupuesto de 1 000 millones de euros, representa una nueva forma de investigación conjunta coordinada a una escala sin precedentes. Está financiada conjuntamente por la Comisión Europea, los Estados miembros y los países asociados, cuenta con más de 150 grupos de investigación de veintitrés países e incluye a instituciones académicas, institutos de investigación y empresas. “La investigación abarca toda la cadena de valor, desde la producción de materiales, hasta las tecnologías de componentes, y la integración de sistemas, que van desde la electrónica o la optoelectrónica, hasta los materiales compuestos, las baterías y los recubrimientos”, ha explicado el profesor Jari Kinaret, director de Graphene Flagship.
En la fase actual del programa Graphene Flagship, que se desarrollará entre 2018 y 2020, se incluyen seis proyectos que se centran en una amplia gama de áreas de aplicación, pero todos tienen como objetivo desarrollar productos nuevos o mejorados a partir de los grafeno. El avance hacia un mayor nivel de preparación tecnológica es ya un hecho después de que las organizaciones asociadas crearan seis empresas derivadas a partir de su trabajo, que obtuvieron más de 20 millones de euros en fondos de capital riesgo.
En este sentido, el profesor Kinaret comenta: “es bastante difícil elegir lo más destacado entre todos los resultados, no obstante, subrayaría los sistemas de comunicación por ser extremadamente rápidos, como fotodetectores de alta velocidad y un interruptor fotónico para sistemas de comunicación 5G”. Otros ejemplos incluyen una combinación de diferentes tecnologías escalables para producir escamas de grafeno a través de la exfoliación electroquímica o la exfoliación por cizallamiento, que ya se han comercializado.
Las aplicaciones del grafeno a las renovables
La iniciativa también promueve la sostenibilidad a través de investigaciones centradas en diversas tecnologías relacionadas con las energías renovables. En el marco de estas exploraciones, el profesor Kinaret ha comentado que “estamos desarrollando un parque de energía solar en Creta y tecnologías de almacenamiento de energía que son cruciales para la electromovilidad”. En términos más generales, Kinaret ha asegurado que “muchas de las tecnologías en las que estamos trabajando ayudan a reducir el consumo de energía al favorecer la producción de coches y aviones más ligeros, además, estamos desarrollando una amplia gama de sensores para aplicaciones medioambientales y médicas”.
Tal y como refleja la información de CORDIS, Europa es ahora un actor importante en la revolución del grafeno. “Al trasladar el grafeno del ámbito de los laboratorios académicos a la sociedad, Graphene Flagship pretende generar crecimiento económico, nuevos puestos de trabajo y nuevas oportunidades para los europeos, ya sean inversores o trabajadores”, concluye el profesor Kinaret.
Via: energynews.es